El concepto de evolución

Actualmente, existen sobre el planeta una gran variedad de seres vivos. Las formas de vida que hoy se conocen no fueron siempre así, han sido el producto de transformaciones ocurridas durante el transcurso de un largo tiempo.

La idea de un origen y de una transformación se relaciona con un concepto de uso cotidiano: la evolución. Habitualmente, el término evolución se aplica a cualquier proceso de cambio que se produce a través del tiempo sobre todo aquello que se encuentra en el planeta. Es así como, por ejemplo, se hace referencia a la evolución de una carrera deportiva, un sistema político, las galaxias, el idioma o el juego durante un partido de fútbol

Pero si se hace mención de evolución biológica es importante realizar antes algunas aclaraciones, porque cualquier cambio producido en un organismo no significa que haya ocurrido una evolución.

Los seres vivos sufren diferentes modificaciones durante sus vidas: el desarrollo de un bebé en el útero materno, la transformación de una larva en mariposa, la metamorfosis que a partir de un renacuajo origina una rana adulta o los cambios en el plumaje de un ave. Sin embargo, estos cambios que ocurren a lo largo de la vida de un individuo no significan evolución biológica. El término evolución en Biología no se aplica a los cambios de organismos individuales, sino que hace referencia a cambios en las poblaciones (conjunto de individuos de la misma especie), los que se heredan por medio del material genético y se transmiten de una generación a otra.

Los estudios en evolución biológica explican qué cambios ocurren en las especies; cómo aparecen otras nuevas y cómo desaparecen de la Tierra; cuáles son los mecanismos que originan estos cambios; cuáles son los parentescos entre las especies actuales, y entre estas y las que ya no existen en el planeta; y cómo se reconstruye la historia de la vida